domingo, 13 de diciembre de 2009

Pregunta para PaDRESS

Si tu hijo fuera crossdresser como vos ¿lo querrías saber?
¿Qué le dirías?

viernes, 6 de noviembre de 2009

Palabrita. Hoy: Autoginefilia

Según una de las tantas webs que hay por ahi:

La autoginefilia consiste en la fascinación por la imagen de la mujer en el espejo. Concretamente, se trata de un sentimiento de atracción sexual hacia una imagen femenina asumida como propia. Esta imagen femenina puede aparecer superpuesta a la propia, ya sea físicamente al mirarse travestido en el espejo, o mentalmente, al hacer vida de mujer.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Aunque el varón se vista de seda, varón queda

También tengo que hacer una autocrítica y decir por ejemplo que viéndolo ahora a la distancia me doy cuenta de cómo desperdicié oportunidades de encontrar una forma de combinar mi gusto por la ropa de mujer y las placentera y sana relación con mi mujer.

Una vez al comienzo de nuestra intimidad, nos estábamos duchando juntos y ella me iba afeitando las piernas y la cola. Hasta ahí, impagable. Pero el vicio y la ansiedad se apoderaron de mi y en vez de dejarla hacer me metia y le daba indicaciones de cómo ir mas rapido y muchas veces le saqué la maquinita de la mano como para "hacerlo mejor" yo. Tiempo después entendí cómo esa actitud puede impactar en una mujer.

viernes, 16 de octubre de 2009

Toda bendición es una condena

Bueno. De a poco me voy dando más cuenta del lugar que ocupa en mi vida el gusto por la ropa de mujer. Por ejemplo entiendo cómo encaja y qué tiene que ver con mi historia familiar personal. Me doy cuenta de que si bien puedo ser discreto me tengo que hacer cargo y tratar de no negarlo ante por ejemplo ciertos íntimos. Por otro lado ya no lo veo como una compulsión irrefrenable. Pongo en duda que sea algo que en el fondo nolehacemalanadie.

De tanto no hacerlo siento que puedo controlarlo. El que se haya hecho complicado para mi seguir trasvistiéndome al ritmo que venía me llevó a tener tiempo para revisar la verdadera dimensión del asunto y no solamente dejarme llevar por la pasión loca egoísta y pajera de las mieles de la lencería que muchas veces tanto nubla el juicio.

Sigo hablándolo en terapia y pensando en los momentos como estos donde escribo casi sin pensar, como fluye.

Hoy aún tenemos esa charla pendiente para negociar el temita este de mi femineidad, por decirle de alguna manera. Mi mujer seguro no quiere un femenino. Ella quiere (creo que todas ellas quieren) un varón macho. Y yo soy bastante macho. Estuve apagado por un tiempo por la depresión, pero tengo una buena pija de macho y me siento muy cómodo con ser varón, pero eso no quita que me guste de vez en cuando usar tacos altos y masturbarme con un mega big dildo, qué le vamos a hacer, hay gente para todo.

¿Vos qué pensás?

jueves, 3 de septiembre de 2009

Un poco de Historia


Yo tengo 33 y me visto de mujer en secreto desde los 11 años más o menos.
Mi fetiche principal son las medias. Todas las medias. Las pantimedias. Las negras las de red y obviamente los portaligas, pero también las color piel desnudas sin puntera hasta la cintura. Las clásicas medibachas.
Y por supuesto, los tacos clásicos. Stilettos negros. Me encantan esas ropas verlas en las mujeres, las chicas con medias me llaman mas la atención, por ejemplo. Son las que sigo con la mirada por la calle, son las que observo en los carteles de las vidrieras en las casas de lencería.
Casi todas mis novias supieron de mi gusto secreto por la ropa femenina y experimentamos algunas veces. Hacer el amor con una mujer vestido de chica es de las mejores experiencias que se pueden tener en la vida. Los crossdressers que lo han probado pueden corroborar que es así, que no miento.
Con la que hoy es mi actual pareja, la madre de mis hijos, es con quien más lejos llegamos.
Ella me compro mis primeros tacos, después me acompañó a que yo comprara un segundo par.
Me regaló tangas, culotes y lencería en muchas ocasiones (bombachita rosa para navidad, etc) me pintó las uñas en varias ocasiones, apoyó el depilarme, me sacó fotos, compramos un arnés para hacer strap-on. y muchas cosas más.

Pero nuestra pareja también es la que más tiempo me duró, digamos. Nunca estuve tanto tiempo con alguien como con ella. Me encanta. La amo con todo mi ser. Desde el primer día que la ví, supe que estaba conectado con ella para siempre. Pero las cosas no son como parecen y nunca son para siempre ideales.
Vinieron algunos problemas. Stress por arreglos en la nueva casa + el que tengamos que lidiar con un proceso de depresión que yo venía arrastrando (temas con mi familia, violencia, padres, esa mano) y que estaba pasando por su pico más alto la convivencia se hizo un
pocobastante más tirante. Entonces, obviamente no hubo más lugar para el crossdressing.
Un poco porque los antidepresivos me quitaban la líbido y hacían que pensara en cualquier cosa menos en sexo, y otro poco por un motivo real y concreto de que ya no me trasnvestía es que a mi mujer ya no le parecía lo mismo, no se sentía cómoda viendome vestido de mujer, ya no le parecía ni tan excitante ni nada. Más desde que se dió cuenta de cuán importante en mi vida es este tema.
De hecho, mi actuar trasvestido le parece demasiado femenino, como de gay, de puto. O más bien de marica (así, despectivo) de uno que no quiere asumir que le gustan los varones. Y no es así. Yo le decía que a mi, a lo sumo, me gusta la pija pero no los tipos.
Por ejemplo, me encanta chupar una pija o fantasear con que me la metan, pero ni en la calle, ni en internet, ni en mi mente se me hacen sexys los hombres. No me excitan.
No me gustan los pelos, no me gustan los músculos, no me gusta la barba, ni los bigotes, ni la panza, ni ese aire superado de capo que se las sabe todas que tienen los varones, cuando en realidad todos sabemos que es un pescado, que se hace el poronga, pero que en realidad no tiene ni idea de a dónde va su vida ni la de nadie. Como yo. Como todos, supongo. En el fondo no se sabe. Suponemos. Siempre suponemos.
Desde que este rechazo a que yo me vista de mujer por parte de mi pareja se hizo evidente, yo estuve reprimiendo las ganas de vestirme y revisando en terapia y con la almohada mi sexualidad. mi identidad sexual. Me he dado cuenta de que soy bisexual, orientado principalemnte a las mujeres. A ellas las amo y las deseo, a los varones los quiero solo para sexo, y si en vez de presentarse en forma de varones, se presentan en su forma sensible de travestido, depiladito y con buena onda, mejor. Así si, nada más.
El hecho de que sea bisexual, no quiere decir que tenga que estar con dos personas a la vez, siempre.
Como leí por ahí, "Ser bisexual no es tener permiso para ser infiel." ojo con eso muchachos. No se hagan los pillos.
Siempre hay que ser honesto.
“Valiente el que no miente, abrite corazón.”
Por eso es que ahora me estoy replanteando el tema del vestirme de mujer.
Ya no tomo antidepresivos, mis historias familiares siguen pesando pero ahora están en otro casillero un poco más lejano, entonces, me planteo ¿qué hago? si el gusto por transvestirme me viene del modo en el que me vinculé a mis padres durante la formación de mi ser, de mi persona. El que a mi me guste ponerme una tanga es una consecuencia del rumbo de la deformación que tomó mi mente al haber vivido justo las cosas que me pasaron a mí. (así como vos, sos el resultado de las cosas que te pasaron a vos, fijate si no).

¿Qué se hace con ese gusto retorcido que ya tenemos incorporado naturalmente y tanto placer y sufrimiento a la vez nos da?

En algún momento mi mujer y yo nos sentaremos a hablar de este tema. Me gustaría tener las cosas claras para entonces. Saber qué es lo que quiero con este asuntito de ser hombre con esta carga de femeneidad y esta pasión loca por la lencería y los tacos. No sé si debo intentar "curarme" (si es que se pudiera), aguantarme y ver qué onda, hacerlo yo solo en la intimidad o en
CrossdressingBsAs, arreglar un régimen pautado de por ejemplo hacer el amor con cambio de roles una vez por año o dos veces mejor, pero una está bien, siempre es mejor que cero veces por año, no sé. La vida de un crossdresser asumido no es fácil. Es más fácil engañar y ocultarse, cosa que yo no quiero, por eso me la juego y voy a ir de frente. A pedir y a dar, confiando en el amor.

domingo, 23 de agosto de 2009

Las cuatro clases de travestismo

Travestismo Fetichista *
El travestismo como expresión de la propia sexualidad es sencillamente un tipo de fetichismo, y no compromete necesariamente a la identidad sexual de quien lo practica. Hay hombres que se sienten hombres en su interior y que sin embargo, disfrutan de imitar a la mujer con fines eróticos; es una forma de fantasía de auto-transposición al objeto sexual y de acercamiento virtual al mismo. En pocas palabras, es una manera un tanto sorprendente de hacer el amor sin que la pareja ideal esté presente y puede ser considerado como un desviación de la psicología endógena y social del sujeto.

(* ES EL QUE ME IDENTIFICA PARTICULARMENTE A MI)

Travestismo Histriónico

El travestismo como expresión teatral o transformismo es una de tantas formas de expresión artística y si bien es dificil que a un actor de renombre le guste aparecer vestido de mujer, quien es verdaderamente actor lo puede hacer con mucha calidad y apoyado por los caracterizadores, que buscarán obtener el personaje ideal de acuerdo al guión o al libreto de la obra. Hay "actores" que repetitivamente actúan como mujeres, son los llamados "Performers" en el mundo del teatro ligero, esto se ha extendido a la televisión. A la actuación en si misma se debe agregar la sospecha que la caracterización constante es una de las cualquiera otras formas de travestismo.

Travestismo Homosexual
El travestismo como una forma de cortejo en la prostitución homosexual es el artificio que usa el homosexual que se prostituye frente a sus clientes también homosexuales pero ocultos, (homosexuales de closet) que se sentirán menos culpables al relacionarse con alguien que tiene al menos la apariencia de una mujer. El travesti prostituto callejero se vale de la inseguridad del homosexual para incrementar su clientela a través del travestismo.

Travestismo Existencial
El travestismo como expresión de la propia identidad sexual implica que la psique no está en el fondo conforme con el propio sexo físico y con la propia personalidad sexual pública (sexo social adquirido). Trae entonces la producción de una personalidad sexual privada que resuelva el conflicto entre identidad y morfología o apariencia sexual. Por lo tanto, desde el punto de vista subjetivo de quien lo practica, es en ese momento cuando la persona reencuentra su unidad y coherencia sexual, y cuando menos travestida se siente.




¿A vos cuál te identifica?

jueves, 20 de agosto de 2009

Conversación retórica con otro crossdresser

Hola, si, te llamaba porque te quería contar que ultimamente vengo pensando bastante en esta cuestión de la compulsión secreta por vestirnos con ropa de mujer. "de nena" nos gusta decir, ¿notaste?
Nos gustan las mujeres, pero a nosotros nos vemos como nenas, nenitas trolitas putitas tragaleche.Pero bueh.. no hay que juzgar a nadie, y menos si uno es un poco así también. ¿no?
Te decía que estaba pensando bastante sobre esto del crossdressing y la relación con la vida.
Cómo hacer para aceptarlo bien y transitarlo de un modo que no sea tan, digamos, enfermizo y oculto.
Yo, estoy en pareja con una mujer, y ella sabe de mi placer por vestirme de mujer.
Al principio mucho no le importaba (ahora que sabe que es tan un tema para mi, la cosa cambió) pero lo que te quiero significar es que si bien podemos charlar el tema de mi travestismo en nuestra pareja, a ella no le va ni un poco que yo esté con otro tipo, ni aunque esté vestido de mujer. ¿Me entendés?
Es altamente razonable, no todos quieren ver a tu pareja con otra persona, pero qué le voy a hacer.
A mi me encantaria hacer un trío con ella y otro cross. Ella la pasaría bomba, pero no hay quorum aún para ese plan. Por lo pronto hay que disfrutar de lo que se tiene y eso es lo que intento yo. Disfrutar de lo que tengo. Mi amor, sé que no estás mirando pero igual te mando un beso.


Pero por ejemplo, vos, ¿te vestís porque te sentis una mujer en realidad y creés de verdad honestamente que existe una otra personalidad que vive internamente en vos? y en consecuencia te agrada la ropa asociada al género con el que te identificés.

Pero ojo que también puede darse el caso que te vistas porque gozás con el contacto de ropa de mujer sobre tu piel. Justamente eso es lo que me pasa a mi. Yo gozo de la imagen mía emulando una imagen femenina que me caliente. Y más que nada disfruto a pleno con la sensación táctil de todo mi cuerpo en contacto con esas telas tan suaves y divinas.

No sé... son cosas que pienso.
Aca en internet encontras de todo.

Bueno, cuando puedas llamame, saludos. Nos vemos pronto.

martes, 14 de julio de 2009

Para mi, SIEMPRE hay que decirlo

"Su marido manifestará patrones de conducta regulares y me imagino que si usted lo interroga, descubrirá gran parte, si no todos, los rasgos de su historia. En primer lugar, en cuanto descubra la naturaleza de su ansiedad, aprovechará toda oportunidad en la que se sienta seguro para expresarse en secreto.

De joven y en casa, es muy probable que, siempre que se le presentara la ocasión, se haya vestido con la ropa de su madre o de su hermana. Más tarde y ya viviendo solo, habrá adquirido prendas para integrar un guardarropa propio, por lo general comenzando con lencería y zapatillas de tacón.

Varias veces, presa de culpabilidad y remordimientos, habrá hecho “propósitos de enmienda” deshaciéndose de todo su vestuario. Pero, al retornar la necesidad de vestirse, tras un periodo de abstinencia, se habría dado por vencido y adquirido nuevas prendas.

(Todos nosotros hemos pasado por estas “purgas”, pero no hemos aliviado la urgencia de satisfacer nuestra necesidad de “vestirnos”).

Más tarde, se habrá enamorado y, entonces,
¿qué hacer? ¿Se lo dirá a su novia o no? Tiene mucho miedo de perderla si se lo confiesa
porque lo más probable es que ella no lo comprenda y lo considere un “invertido”. Por otra
parte, ¿que pasará si él no cambia de sentimientos?

¡Decir o no decir, he ahí el dilema!"


Fragmento del libro "EL TRAVESTISTA Y SU ESPOSA"
de Virginia (Charles Prince)

(Si puedo después lo subo)

jueves, 9 de julio de 2009

La pregunta del millón


¿De dónde viene que exista esa enooooorme cantidad INMEEEEENSA y tan increíble de varones que se visten de mujer en secreto?
Mi arbitraria teoría está basada en la observación superficial de muchos crossdressers. Atención: voy a tirar fruta, pero jugosa.

Después de leer bastante acerca del asunto me parece que pude sacar un metro patrón y arriesgar un par de situaciones que vivieron en sus infancias (y si no es así, que escriban acá y lo desmientan). 
Es muy común que los varones crossdressers hayan tenido una relación con su padre distante o ausente y una relación con su madre intensa, bien intensa.
Y me arriesgo a decir que hay una gran mayoría de primogénitos.
Los chicos al no poder identificarse con ese modelo de varón que es ese padre (una mierda despreciable, alguien a rechazar) entonces, transitan su crecimiento más cerca de una identificación con la madre.

miércoles, 8 de julio de 2009

Sólo una prueba


Ya vendrán tiempost mejores.