domingo, 28 de octubre de 2018

Qué onda tanto tiempo

Hace un par de años prometí que iba a volver a postear algo para contar novedades que estuvieron pasando en este tiempo. Bueno no lo hice. Perdón, pero ¡Pasó de todo! no sé por dónde empezar.

Lo importante es que con el tiempo fui encontrándole un lugar de paz en mi ser a este hecho de tener ganas de ser putita.

Comprendo que soy un varón al que le excita usar ropita de nena en la intimidad desde siempre, pero no me siento una mujer atrapada en el cuerpo de un tipo ni se me juega ninguna cuestión de identidad. Aunque me encantaría salir algún día a la calle producida a full, sé que es sólo un fetiche sexual para el ámbito privado. Como un refugio, una zona de confort. Mi propio hogar.