martes, 14 de julio de 2009

Para mi, SIEMPRE hay que decirlo

"Su marido manifestará patrones de conducta regulares y me imagino que si usted lo interroga, descubrirá gran parte, si no todos, los rasgos de su historia. En primer lugar, en cuanto descubra la naturaleza de su ansiedad, aprovechará toda oportunidad en la que se sienta seguro para expresarse en secreto.

De joven y en casa, es muy probable que, siempre que se le presentara la ocasión, se haya vestido con la ropa de su madre o de su hermana. Más tarde y ya viviendo solo, habrá adquirido prendas para integrar un guardarropa propio, por lo general comenzando con lencería y zapatillas de tacón.

Varias veces, presa de culpabilidad y remordimientos, habrá hecho “propósitos de enmienda” deshaciéndose de todo su vestuario. Pero, al retornar la necesidad de vestirse, tras un periodo de abstinencia, se habría dado por vencido y adquirido nuevas prendas.

(Todos nosotros hemos pasado por estas “purgas”, pero no hemos aliviado la urgencia de satisfacer nuestra necesidad de “vestirnos”).

Más tarde, se habrá enamorado y, entonces,
¿qué hacer? ¿Se lo dirá a su novia o no? Tiene mucho miedo de perderla si se lo confiesa
porque lo más probable es que ella no lo comprenda y lo considere un “invertido”. Por otra
parte, ¿que pasará si él no cambia de sentimientos?

¡Decir o no decir, he ahí el dilema!"


Fragmento del libro "EL TRAVESTISTA Y SU ESPOSA"
de Virginia (Charles Prince)

(Si puedo después lo subo)

jueves, 9 de julio de 2009

La pregunta del millón


¿De dónde viene que exista esa enooooorme cantidad INMEEEEENSA y tan increíble de varones que se visten de mujer en secreto?
Mi arbitraria teoría está basada en la observación superficial de muchos crossdressers. Atención: voy a tirar fruta, pero jugosa.

Después de leer bastante acerca del asunto me parece que pude sacar un metro patrón y arriesgar un par de situaciones que vivieron en sus infancias (y si no es así, que escriban acá y lo desmientan). 
Es muy común que los varones crossdressers hayan tenido una relación con su padre distante o ausente y una relación con su madre intensa, bien intensa.
Y me arriesgo a decir que hay una gran mayoría de primogénitos.
Los chicos al no poder identificarse con ese modelo de varón que es ese padre (una mierda despreciable, alguien a rechazar) entonces, transitan su crecimiento más cerca de una identificación con la madre.

miércoles, 8 de julio de 2009

Sólo una prueba


Ya vendrán tiempost mejores.