jueves, 3 de septiembre de 2009

Un poco de Historia


Yo tengo 33 y me visto de mujer en secreto desde los 11 años más o menos.
Mi fetiche principal son las medias. Todas las medias. Las pantimedias. Las negras las de red y obviamente los portaligas, pero también las color piel desnudas sin puntera hasta la cintura. Las clásicas medibachas.
Y por supuesto, los tacos clásicos. Stilettos negros. Me encantan esas ropas verlas en las mujeres, las chicas con medias me llaman mas la atención, por ejemplo. Son las que sigo con la mirada por la calle, son las que observo en los carteles de las vidrieras en las casas de lencería.
Casi todas mis novias supieron de mi gusto secreto por la ropa femenina y experimentamos algunas veces. Hacer el amor con una mujer vestido de chica es de las mejores experiencias que se pueden tener en la vida. Los crossdressers que lo han probado pueden corroborar que es así, que no miento.
Con la que hoy es mi actual pareja, la madre de mis hijos, es con quien más lejos llegamos.
Ella me compro mis primeros tacos, después me acompañó a que yo comprara un segundo par.
Me regaló tangas, culotes y lencería en muchas ocasiones (bombachita rosa para navidad, etc) me pintó las uñas en varias ocasiones, apoyó el depilarme, me sacó fotos, compramos un arnés para hacer strap-on. y muchas cosas más.

Pero nuestra pareja también es la que más tiempo me duró, digamos. Nunca estuve tanto tiempo con alguien como con ella. Me encanta. La amo con todo mi ser. Desde el primer día que la ví, supe que estaba conectado con ella para siempre. Pero las cosas no son como parecen y nunca son para siempre ideales.
Vinieron algunos problemas. Stress por arreglos en la nueva casa + el que tengamos que lidiar con un proceso de depresión que yo venía arrastrando (temas con mi familia, violencia, padres, esa mano) y que estaba pasando por su pico más alto la convivencia se hizo un
pocobastante más tirante. Entonces, obviamente no hubo más lugar para el crossdressing.
Un poco porque los antidepresivos me quitaban la líbido y hacían que pensara en cualquier cosa menos en sexo, y otro poco por un motivo real y concreto de que ya no me trasnvestía es que a mi mujer ya no le parecía lo mismo, no se sentía cómoda viendome vestido de mujer, ya no le parecía ni tan excitante ni nada. Más desde que se dió cuenta de cuán importante en mi vida es este tema.
De hecho, mi actuar trasvestido le parece demasiado femenino, como de gay, de puto. O más bien de marica (así, despectivo) de uno que no quiere asumir que le gustan los varones. Y no es así. Yo le decía que a mi, a lo sumo, me gusta la pija pero no los tipos.
Por ejemplo, me encanta chupar una pija o fantasear con que me la metan, pero ni en la calle, ni en internet, ni en mi mente se me hacen sexys los hombres. No me excitan.
No me gustan los pelos, no me gustan los músculos, no me gusta la barba, ni los bigotes, ni la panza, ni ese aire superado de capo que se las sabe todas que tienen los varones, cuando en realidad todos sabemos que es un pescado, que se hace el poronga, pero que en realidad no tiene ni idea de a dónde va su vida ni la de nadie. Como yo. Como todos, supongo. En el fondo no se sabe. Suponemos. Siempre suponemos.
Desde que este rechazo a que yo me vista de mujer por parte de mi pareja se hizo evidente, yo estuve reprimiendo las ganas de vestirme y revisando en terapia y con la almohada mi sexualidad. mi identidad sexual. Me he dado cuenta de que soy bisexual, orientado principalemnte a las mujeres. A ellas las amo y las deseo, a los varones los quiero solo para sexo, y si en vez de presentarse en forma de varones, se presentan en su forma sensible de travestido, depiladito y con buena onda, mejor. Así si, nada más.
El hecho de que sea bisexual, no quiere decir que tenga que estar con dos personas a la vez, siempre.
Como leí por ahí, "Ser bisexual no es tener permiso para ser infiel." ojo con eso muchachos. No se hagan los pillos.
Siempre hay que ser honesto.
“Valiente el que no miente, abrite corazón.”
Por eso es que ahora me estoy replanteando el tema del vestirme de mujer.
Ya no tomo antidepresivos, mis historias familiares siguen pesando pero ahora están en otro casillero un poco más lejano, entonces, me planteo ¿qué hago? si el gusto por transvestirme me viene del modo en el que me vinculé a mis padres durante la formación de mi ser, de mi persona. El que a mi me guste ponerme una tanga es una consecuencia del rumbo de la deformación que tomó mi mente al haber vivido justo las cosas que me pasaron a mí. (así como vos, sos el resultado de las cosas que te pasaron a vos, fijate si no).

¿Qué se hace con ese gusto retorcido que ya tenemos incorporado naturalmente y tanto placer y sufrimiento a la vez nos da?

En algún momento mi mujer y yo nos sentaremos a hablar de este tema. Me gustaría tener las cosas claras para entonces. Saber qué es lo que quiero con este asuntito de ser hombre con esta carga de femeneidad y esta pasión loca por la lencería y los tacos. No sé si debo intentar "curarme" (si es que se pudiera), aguantarme y ver qué onda, hacerlo yo solo en la intimidad o en
CrossdressingBsAs, arreglar un régimen pautado de por ejemplo hacer el amor con cambio de roles una vez por año o dos veces mejor, pero una está bien, siempre es mejor que cero veces por año, no sé. La vida de un crossdresser asumido no es fácil. Es más fácil engañar y ocultarse, cosa que yo no quiero, por eso me la juego y voy a ir de frente. A pedir y a dar, confiando en el amor.